No es fácil lograr que los búhos posen para la cámara. Incluso en cautiverio, las aves permanecen distantes, imperturbables a la luz del flash e inmóviles ante los intentos de sobornarlos. El fotógrafo Brad Wilson aprendió la lección de primera mano después de intentar convencer a los búhos del Refugio de Aves del Mundo de St. Louis y El Centro de Vida Silvestre cerca de Española, Nuevo México, ambos centros en Estados Unidos. Pasó horas con cada ave, tratando de capturar su mirada directa. “Es difícil lograr que los animales nos miren como lo hacemos los seres humanos”, expresó. “Esa toma se convirtió en mi cáliz sagrado”.
Wilson es un experto en fotografías de acercamiento. Su serie Afinidad muestra 65 especies, que incluyen un rinoceronte blanco, un tigre blanco, un zorro polar y un buitre egipcio. Pero los búhos fueron los modelos más fascinantes y desafiantes, manifestó. Toma años desarrollar una confianza mutua para que el búho acepte el contacto físico con una sola persona, dice Wilson, y “los búhos no extienden tal privilegio a otros seres humanos”.
Wilson quería que sus imágenes acentuaran la nobleza e independencia de cada ave cautiva, minimizando la dependencia de su cuidador. Muchas aves tenían lesiones en las alas, por ejemplo, que Wilson ocultó en sus fotografías. Los posaderos humanos de los búhos se ocultaron de la misma manera, contorsionando sus cuerpos para quedar fuera de cuadro. Era un gesto hacia las aves, una manera de decirles que aunque sus días de vida silvestre habían quedado atrás, aún conservan su dignidad.
Tecolote del Oeste
Medidas: Entre 7 y 9 pulgadas de alto. Menos de media libra de peso
Hábitat: Desde el sudeste de Alaska hasta el oeste de Canadá y del oeste de los Estados Unidos hasta el centro de México
Situación: Preocupación menor
El Tecolote del Oeste es el anfitrión de un huésped sorprendente: la serpiente ciega, un reptil parecido a un gusano que vive debajo de la tierra, que el búho transporta, con vida, de vuelta a su nido. Este acto de improbable misericordia es realmente una estrategia para cuidar a sus crías: Los padres que comparten sus nidos con la extraña compañera tienen mayor éxito en el cuidado de sus crías. Esto es así porque las serpientes devoran plagas tales como las hormigas y las moscas, cuyas larvas consumen los alimentos reservados para los polluelos.
Lechuza de campanario
Medidas: Hasta 15 pulgadas de alto y 1 libra de peso
Hábitat: El búho más cosmopolita del mundo, hace su nido en seis continentes pero evita la parte más septentrional de América del Norte, Europa y Asia
Situación: Preocupación Menor
La constelación de puntos desparramados en la cabeza y el cuello de la Lechuza de campanario no es solo ornamental: cuantos más puntos tiene la hembra, más resistente parece ser a los parásitos, y más atractiva para los machos. Una supuesta habilidad sobrenatural para localizar ruidos y divisar presas con poca luz e incluso en condiciones de oscuridad total, junto con un vuelo muy silencioso, hacen de estos búhos los perfectos acechadores nocturnos.
Búho Real
Medidas: Entre 23 y 29 pulgadas de alto; Entre 3 y 9 libras
Hábitat: Europa y Asia
Situación: Preocupación menor
Ningún ave está a salvo del Búho Real, ni siquiera sus parientes. Esta poderosa ave estrigiforme va detrás de búhos como el Cárabo Común y el Búho Nival, así como detrás de aves más grandes como la Garza Real. En los prados alpinos de China, el búho-águila y el Busardo Mongol cazan los mismos ratones de campo y picas de ojos saltones. Los busardos hacen su tarea durante el día, mientras que los búhos toman el mando después del atardecer. Con sus 6,5 pies de envergadura, se le conoce por cazar zorros y cervatillos.
Tecolote del Este
Medidas: De 6 a 10 pulgadas de alto. Menos de media libra de peso
Hábitat: Desde el este de las Montañas Rocosas, en Estados Unidos, hasta el noreste de México
Situación: Preocupación menor
El Tecolote del Este puede medrar en los entornos urbanos más caóticos. Es una de las pocas aves de rapiña que viven en la ciudad de Nueva York, incluyendo el Central Park, en el centro de Manhattan, donde esta especie fue reintroducida. Por coexistir tan cerca de la civilización, el Tecolote ha aprendido a volar por encima de aves cantoras en los comederos y posarse en grietas creadas por el hombre. Aun así, esta ave con inteligencia callejera sigue siendo sigilosa, obstaculizando las ansias de los ornitólogos por saber más sobre ella.
Tecolote Ojos Oscuros
Medidas: 6 pulgadas de alto y 2 onzas, aunque las hembras son un 50 por ciento más pesadas en época de reproducción
Hábitat: Son comunes en el verano desde el sudoeste de Canadá pasando por el oeste de los Estados Unidos hasta México. Se conoce poco de su hábitat invernal en México
Situación: Preocupación menor
La voz ronca del Tecolote Ojos Oscuros no se condice demasiado con su pequeño cuerpo. Puede disminuir la velocidad de las vibraciones vocales aflojando las capas de piel que rodean su cuello, creando un grave ulular. En primavera y en verano, el búho deambula por las montañas occidentales, dándose un banquete con los insectos. Alguna vez se creyó que no migraba, pero sus hábitos insectívoros y estudios recientes que muestran que no puede entrar en un sopor, o una mini hibernación, confirman que efectivamente viaja hacia el sur en invierno.
Búho Cornudo
Medidas: Entre 1,5 y 2 pies de alto. De 3 a 5 libras de peso
Hábitat: Toda la parte continental de América del Norte y buena parte de América del Sur
Situación: Preocupación menor
Los búhos cornudos son padres adoptivos naturales. Se sabe que una sola hembra en cautiverio ha sido la madre sustituta de más de cien crías a lo largo de su vida. En su hábitat silvestre, estas aves son igualmente afectuosas, ya que las hembras están constantemente pendientes de sus crías. No obstante, en lo que respecta a la territorialidad, la ternura se vuelve ferocidad. Las parejas ahuyentarán a los vecinos por medio de concursos de ululato, e incluso se lanzarán contra ellos con sus garras.
Búho Cara Canela
Medidas: 15 pulgadas de alto y media libra de peso
Hábitat: América del Norte, Europa, Asia y localmente en África del Norte, con alguna invernada al sur de México y en el sur de China
Situación: Preocupación menor
El Búho Cara Canela es el blanco frecuente de otras aves de rapiña, incluyendo a los búhos cornudos y los búhos barrados. Cuando se enfrenta a una amenaza formidable, cuenta con algunos trucos bajo sus alas. Puede compactar su plumaje y erguirse, elongando su cuerpo para parecer más imponente. El pequeño búho puede también balancearse de lado a lado, fingiendo una lesión, o dejarse caer alrededor de su nido mientras chilla imprecaciones de búho.
Búho Moteado Mexicano
Medidas: 18 pulgadas de alto; 1 libra de peso
Hábitat: Desde el norte de México pasando por Arizona y Nuevo México hasta Utah y Colorado
Situación: Casi amenazado
De las tres subespecies de Búho moteado, la mexicana es la más rara en los Estados Unidos. Se halla con mucha frecuencia en su amplio hábitat, y busca cañones sombreados y frescos, por lo general en áreas rodeadas por las laderas cálidas y secas de las montañas desérticas. No se reproduce todos los años; cuando lo hace, prefiere hacerlo en huecos espaciosos dentro de árboles viejos. Si esos lugares no están disponibles, el ave adopta nidos de segunda mano de otras aves, u ocupa cuevas poco profundas en los riscos de los cañones.
Lechuzón de Anteojos
Medidas: 18 pulgadas de alto. Entre 1 y 2 libras de peso
Hábitat: México y América Central hasta los dos tercios al norte de América del Sur
Situación: Preocupación menor
El Lechuzón de Anteojos tiene poco que temer a los depredadores, ya que se posa sobre las copas de los árboles del bosque tropical y bosques en galería, donde escasean los agresores. Come casi cualquier cosa; durante un escalofriante encuentro en Panamá, uno de ellos mató a un perezoso de tres dedos, y después se dio un banquete a base de su cuerpo destrozado. Esta ave es acertadamente llamada así por la máscara de bandido que tiene alrededor de sus ojos: gafas negras sobre una cabeza lanosa en las crías, marcos blancos sobre una cabeza negra en los adultos.