Los observadores de aves aman la diversidad. Nos encanta observar la mayor cantidad de tipos diferentes de aves que sea posible.
A pesar de ello, irónicamente la comunidad propia de aves no ha sido históricamente muy diversa. En la década de los noventa, cuando comencé a viajar por los Estados Unidos para dar discursos en festivales sobre aves y secciones de Audubon, no pude evitar observar que el público era abrumadoramente de raza blanca, incluso en regiones donde yo sabía que la población en general era mucho más diversa. Pronto descubrí que esta disparidad no era exclusiva del avistaje de aves. En la mayoría de las áreas de recreación en exteriores, desde la escalada a las visitas a parques nacionales, las minorías estuvieron (y están) subrepresentadas.
Durante más de las dos décadas subsiguientes, muchas personas y organizaciones han estado trabajando sobre este tema, y han obtenido un progreso real. (Pulse aquí, aquí y aquí para conocer algunos ejemplos destacados). Esas iniciativas son extremadamente valiosas, y espero que continúen implementándose. Hace algunos años, pensé en una pequeña manera de ayudar con esas iniciativas. Vivía en Tucson, Arizona, en ese momento y a pesar de que conocía a muchas personas con antecedentes latinos, sólo algunos de ellos se involucraban en el avistaje de aves. Si bien todos mis conocidos y amigos hablaban inglés con fluidez, las cifras del censo del año 2000 me informaron que 28 millones de personas en los Estados Unidos hablaban español en sus hogares. (Para el año 2014, el cálculo estimado era de hasta 38 millones). Me preguntaba: ¿la traducción al español de mi libro Lives of North American Birds (Vidas de las Aves de América del Norte) haría parecer la idea del avistaje de aves más acogedora para estas comunidades?
En ese momento, mi guía de campo sobre las aves de América del Norte recién había sido publicada y crear una edición en español de ese libro era más fácil que empezar una de cero. Mis editores no contaban con el presupuesto para hacer la traducción; por ello, busqué un traductor y pagué por su trabajo yo mismo. Luego, edité el texto en español, lo pasé todo a puesta en papel y le entregué a mi editor los archivos digitales desde los cuales podía imprimirse el libro. La Guía de campo Kaufman a las aves de Norteamérica fue lanzada en 2005. Nunca cubriré las pérdidas del proyecto pero el libro se encuentra aún en impresión, con más de 10,000 copias en circulación. Considero que este trabajo ha ayudado a que muchas personas de los Estados Unidos y del norte de México aprecien las aves y sus hábitats.
Con ese antecedente, me sentí emocionado cuando me enteré el verano pasado que la guía sobre aves en línea de Audubon (que es una versión de mi libro que adapté y actualicé para el sitio) estaba siendo traducida al español. Ahora cientos de páginas de material (acompañado de grandiosas fotos y obras de David Sibley) están disponibles en la versión en español en el sitio web de Audubon. Y llegará más material. Se trata de un recurso fantástico que permite que para millones de personas en América del Norte el idioma ya no sea una barrera para aprender sobre aves.
¿Por qué esto es tan importante? Por un lado, las aves son maravillosas y todos deberían tener la posibilidad de disfrutarlas. Pero además de eso, mediante la promoción del avistaje de aves a un público más amplio, también podemos promover el apoyo de la conservación. Las aves y sus hábitats enfrentan muchas amenazas en la actualidad. Es por eso que las aves necesitan de la mayor cantidad de amigos que puedan conseguir. Al incentivar en la actualidad a que más personas aprecien las aves, fomentamos el apoyo a las acciones que derivarán en la supervivencia de más aves en el futuro.
Rincón del genio de las aves: Para estas dos traducciones, un desafío fue la falta de nombres “oficiales” para las aves en español. Para las aves de América del Norte, se han estandarizado los nombres en inglés desde 1886, gracias a uno de los primeros comités de la Unión Estadounidense de Ornitólogos. Sin embargo, aún ninguna autoridad equivalente ha establecido los nombres en español. Para la versión en español de mi guía de campo publicada en 2005, utilizamos en su mayoría nombres usados comúnmente en México, conforme al consejo recibido por parte de la traductora Patricia Manzano y del ornitólogo Héctor Gómez de Silva. Para la mayoría de las aves en el sitio web de Audubon hemos hecho lo mismo, apoyándonos en una lista de aves mexicanas actualizada recientemente por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Sin embargo, algunas aves de Norteamérica no están incluidas en esta lista de CONABIO, por lo que hemos hecho un esfuerzo por revisar una variedad de fuentes para encontrar los nombres más comúnmente usado en español para estas aves. Estos nombres aún podrían cambiar, a medida que recibimos más información. Pero los usuarios del sitio pueden aún así encontrar aves por sus nombres científicos o en inglés, o mediante la exploración de ilustraciones, lo que les permitirá encontrar un tesoro escondido de información.