En una época, el santuario de Audubon de Corkscrew Swamp fue el mayor territorio de nidificación para las cigüeñas americanas de América del Norte. En los últimos 60 años, cerca de 100.000 crías de cigüeñas nacieron en el bosque de cipreses repleto de musgos que tiene el lugar.
En la actualidad, la reserva de Audubon, ubicada en Naples, Florida, es afortunado si recibe una visita fugaz de un centenar de cigüeñas. De hecho, en la última década solo se han registrado dos temporadas de reproducción exitosas de la cigüeña americana. Todos los demás años, los niveles de agua han sido demasiado elevados o demasiado bajos como para que las aves alimentaran y criaran a sus polluelos.
Pero según Naples Daily News, el panorama mejorará este invierno. Después de temporadas húmedas y secas equilibradas en el sur de Florida, Corkscrew presenta un nivel de agua suficiente como para que estas aves, que ya han estado en peligro, puedan mudarse al lugar. Una inspección aérea reciente, realizada por el equipo de científicos del santuario (en colaboración con la ONG LightHawk), reveló al menos 40 o 50 nidos activos ubicados en cipreses calvos.
De todos modos, los expertos de Audubon de Florida son optimistas pero prudentes. "Las cigüeñas americanas se consideran las Ricitos de Oro de las aves limícolas", sostiene Shawn Clem, directora de investigaciones de Corkscrew.
La especie está bien adaptada a las complejas fluctuaciones del sistema de humedales de los Everglades. Sus fuentes de alimento principales son los peces de agua dulce y los crustáceos (en ocasiones mezclados con caimanes bebé y serpientes). Cuando hay lluvias abundantes en junio (o enero, en el caso del año pasado), los peces crecen y se reproducen. A medida que transcurren los meses, el suelo se va secando y se concentran en las áreas húmedas restantes. Esto hace que surja una oportunidad perfecta para que las cigüeñas americanas y las crías que acaban de emplumar se alimenten y se entrenen. Van inspeccionando las aguas bajas con sus picos ultra sensibles, recogiendo todas las presas que observan o tocan. Cerca de ocho semanas después de nacer, los polluelos aprenden a buscar alimento por sí mismos.
Si los niveles de agua no disminuyen a un ritmo constante, se presenta un problema: las cigüeñas no podrán encontrar suficiente alimento porque las presas no estarán concentradas en áreas pequeñas. Según Clem, lo mismo sucedería si lloviera demasiado durante el ciclo de nidificación: un aumento del nivel de agua de solo seis pulgadas en Corkscrew podría inclinar la balanza. Se espera que el ambiente se mantenga frío y seco con el ciclo climático actual de La Niña, pero Clem advierte que en los Everglades las condiciones siempre son impredecibles. Básicamente, el éxito de la colonia de cigüeñas depende de sus polluelos: si no sobreviven, la temporada estará perdida.
En ese caso, sería posible que las aves se marcharan e intentaran nidificar en otro sitio. Existen registros que muestran que las cigüeñas americanas ponen una segunda nidada de huevos cuando la primera falla. Y dado que la población general poco a poco se desplaza más al norte (hasta Carolina del Norte), se está adaptando y encontrando sitios nuevos para reproducirse. Esto es bueno para la especie en sí, pero el futuro de las aves de Corkscrew aún se vislumbra delicado. Las cigüeñas no solo no regresan todos los años, sino que además se reproducen cada vez más tarde en cada temporada. Con frecuencia, los nidos creados en enero o febrero son menos productivos que los que se crearon uno o dos meses antes. Una vez más, esto tiene que ver con los patrones de inundaciones y sequías, que se han visto gravemente afectados por el cambio climático.
Si bien Clem desea que las cigüeñas permanezcan en el lugar, no considera que este problema pueda solucionarse rápidamente. “En el pasado las personas nos han consultado acerca de la cría de peces y la creación de embalses [en el santuario], pero ese no es nuestro enfoque”. Ella sostiene que la cigüeña americana sirve como indicador del estado de salud de todo el ecosistema. Sea cual sea la mejor respuesta, debe ser tan intricada y compleja como los propios Everglades.