Con las vacaciones de verano en su punto máximo, los visitantes de los parques nacional no son los únicos de buen humor. Para las charas copetonas, la llegada de los humanos a menudo representa una comida gratis. Con tan solo pasar el rato en un campamento y recoger unas pocas migas, las charas han encontrado una nueva forma de complementar sus ya flexibles dietas.
Pero esto no es tan genial como parece. Un nuevo estudio publicado esta semana en The Condor: Ornithological Applications, muestra que el interés por la comida humana podría estar afectando el comportamiento territorial y alimenticio de las charas. La investigación fue realizada entre 2010 y 2011 en los Parques Nacional y Estatal de Redwood, en California, un área que solo el año pasado recibió más de medio millón de visitantes, de acuerdo con el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos.
“En Redwood, las charas copetonas tienden a ubicarse cerca de cocinas al aire libre, mesas de picnic y lavaplatos, todos sitios donde solemos colocar nuestros suministros de comida y deshacernos de nuestros desperdicios mientras acampamos”, dice William Goldenberg, especialista en manejo de vida silvestre en la Universidad Estatal Humboldt, y coautor del trabajo.
Goldenberg y su equipo utilizaron radio etiquetas para marcar a 30 aves, todas adultos machos, y así poder monitorear su ubicación y comportamiento durante 53 días. Solo los machos fueron escogidos porque son los que más activamente buscan alimento durante la temporada de apareamiento. Los datos revelaron que las charas en los campamentos pasaban la mayor parte de su tiempo a menos de un metro del suelo, básicamente esperando que se les sirviera comida (o que se cayera de algún plato). Mientras tanto, las charas que no se acercaban a los campamentos preferían buscar sus alimentos a una altura igual o mayor a los 15 metros.
Pero aún cuando las charas parecían contentas pasando tiempo en los campamentos, no se quedaban ahí para dormir. “Podríamos decir que se desplazaban diariamente para comer pero preferían tener sus nidos fuera de los límites de los campamentos, donde las actividades humanas no perturbaran sus hogares”, dijo Goldenberg.
Investigaciones anteriores han mostrado que las charas copetonas se observan entre dos y seis veces más en campamentos que en otras partes. Pero la inclinación de estas aves por alimentarse fácilmente no es lo único que preocupa a los investigadores.
Las charas son conocidas por ser depredadoras oportunistas (ellos comen de todo), y por eso son una amenaza para el alca marmoleada. Esta ave prioritaria —amenazada en todo Estados Unidos— a menudo hace su nido en árboles altos cerca de las zonas de acampada. Con cada vez más charas aventurándose a estas zonas —a veces hasta 15 a la vez, dice Goldenberg—, los huevos de las alcas podrían estar enfrentando un grave riesgo.
¿Qué podemos hacer para evitar estas perturbaciones? Los cuidadores de los Parques Nacional y Estatal de Redwood creen que la educación es una parte importante de la solución. “Cuando alguien hace una reservación vía internet para acampar en Redwood, tiene que mirar un video corto que explica las reglas y consejos para manipular alimentos. Tratamos de hacer que la gente venga aquí con conocimiento previo”, dice Laura Goforth, líder guardaparques en Redwood.
Si este fin de semana decide ir a los bosques, asegúrese de limitar su impacto en los ecosistemas que le rodean. Las aves se lo agradecerán.
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Nueve consejos para acampar y que benefician tanto a la gente como a las aves
-Deshágase de todas las cáscaras y migajas. Esto evita que los animales lleguen de sorpresa a su campamento, y también protege a futuros campistas, en especial a aquellos que sufran de alergias.
-Deseche el agua sucia adecuadamente, siguiendo las reglas del parque. Mantenga la basura y los desperdicios para reciclar en envases cerrados con tapa.
-Apague todos los fósforos, cigarrillos y fogatas antes de dormir o de irse definitivamente del campamento. Haga un chequeo doble si es necesario.
-Limite el uso de vidrio. Trozos rotos pueden ser peligrosos para todos.
-Trate de no dañar las plantas mientras instala su campamento. No corte árboles vivos para utilizar su madera en fogatas.
-Utilice solamente madera local para prender fuegos. Transportar madera de otras partes puede propagar insectos y otras pestes.
-Evite alimentar a las aves con pan o galletas. Estos alimentos las llenan pero no les proveen los nutrientes básicos que necesitan.
-No coloque comederos para aves. Esto puede atraer a los osos de la zona (si los hay) y podría encontrarse de pronto en una situación no muy divertida.
-Recomendación especial para este 4 de julio: Nunca utilice fuegos artificiales en el bosque. Su uso está prohibido en los bosques nacionales.