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Audubon está profundamente preocupado por las condiciones actuales del río Colorado, una crisis en ciernes para las aves y las personas. El modelo actual del gobierno muestra el potencial dentro de los próximos 24 meses, podría haber un escenario de "día cero" en el que los suministros de agua de los embalses caigan tanto que las principales presas no puedan liberar agua de manera confiable.
Esto pone en riesgo a las comunidades y la vida silvestre. Recientemente respondimos a la solicitud de comentarios de la Oficina de Recuperación EE. UU. (USBR, por sus siglas en inglés) sobre su próximo proceso para establecer nuevas reglas para la gestión del río Colorado ("evaluación preliminar para las estrategias operativas del embalse del río Colorado posterior a 2026 para el lago Powell y el lago Mead en condiciones históricamente bajas de embalse"), abogando por una buena gobernanza que aumente la resiliencia de la cuenca del río Colorado al cambio climático con mejores resultados para las personas y la naturaleza.
El río Colorado es legendario por haber sostenido el crecimiento del oeste americano, hasta el punto de que hoy abastece a 40 millones de personas y sustenta una economía que supera el billón de dólares. Sin embargo, treinta tribus soberanas que han estado en la cuenca desde tiempos inmemoriales no han sido incluidas en las discusiones de gestión, y en muchos casos no tienen acceso a sus derechos de agua del río Colorado.
El río y sus afluentes también son la base de la vida en la región, esenciales para mantener más del 70 por ciento de toda la vida silvestre. El bosque ribereño que bordea las vías fluviales de la cuenca del río Colorado proporciona un hábitat crítico para las aves, incluyendo 400 especies sólo a lo largo del bajo río Colorado. Decenas de presas y desvíos han alterado los flujos de los ríos, lo que ha dado lugar a arbustos invasivos que han reemplazado a los árboles nativos y han disminuido el valor del hábitat. Con menos hábitat nativo disponible, al menos seis especies de aves reproductoras que dependen de la cuenca del río Colorado, entre las que se encuentran el vireo de bell, la piranga roja, el chipe grande, el chipe amarillo, el papamoscas saucero del suroeste y el cuclillo pico amarillo, han experimentado importantes descensos de población.
La conservación inmediata del agua es necesaria para prevenir la crisis a corto plazo, pero no se espera que las condiciones que impulsan la crisis disminuyan, lo que indica la necesidad de cambios estructurales en la gestión del río Colorado. Para lograr cambios estructurales en un entorno tan complejo y con tanto en juego, será necesario que USBR y todas las partes interesadas del río Colorado (las tribus, los estados, los gobiernos locales, los usuarios del agua y los intereses ambientales y recreativos) vean la cuenca como un todo y trabajen en colaboración para definir soluciones. Esto es lo que Audubon quiere ver (para una discusión más completa, vea nuestra carta):
- Transparencia
- Inclusión
- Priorización del papel de México en la gestión del río Colorado
- Un propósito amplio y una necesidad de la elaboración de normas federales, para garantizar que sirva a toda la gama de partes interesadas, no solo a los titulares de derechos de agua
- Ciencia sólida
- Evaluación honesta y comunicación sobre los suministros de agua disponibles en los embalses
- Toma de decisiones que anticipan condiciones futuras inciertas
- Gestión que evita crisis
- Prioridad dada a la fiabilidad del suministro de agua
- Evaluación de la diferencia entre la escasez de agua y las reducciones voluntarias y compensadas en el uso del agua
- Mayor flexibilidad en la gestión del río Colorado
- Prioridad dada a las necesidades ambientales de agua y justicia ambiental
- Consideración de cómo las opciones de gestión interactuarán con otras respuestas a las condiciones del río Colorado
Este artículo fue traducido al español por María "Fernanda" Torres Maqueda.