La imagen es desoladora: una tras otra, aves de color oscuro reposan sobre la arena. Es una estela de muerte que se hace más visible cuando las olas se retiran de la playa. Las contaron por miles hasta sobrepasar las 3.000 fardelas negras (Ardenna grisea) muertas en las costas entre la zona de Llico y de Tirúa.
¿A quién puede dejar indiferente la muerte de tantas aves? A nosotros no. La misión de Audubon es proteger a las aves y los lugares que habitan lo largo de las Américas. Eventos como el del pasado 19 de abril, ocurridos en las playas de la Región de Maule, zona centro del país, son un urgente llamado de atención que nos hacen las aves y en él las #AvesNosDicen que debemos actuar ya.
Como integrantes del Grupo Núcleo para la elaboración de la Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021-2030 (ENCA Chile) y junto con más de 15 expertos y representantes de organizaciones, firmamos una declaración pública donde advertimos acerca de la seriedad del evento, expresamos nuestra preocupación e hicimos un llamado a tomar acciones en el corto y mediano plazo para evitar que esta situación se siga reiterando en el tiempo.
Chile, con sus casi 6,500 km de costa, juega un rol fundamental a nivel mundial en la conservación de las aves marinas: con casi 40 especies, este país es el segundo en albergar más aves marinas amenazadas. “Las poblaciones de aves marinas han disminuido en un 70%. Por lo tanto, pérdidas de estas magnitudes son importantes para los estados poblacionales de estas aves que están amenazadas”, destacó Verónica López, Gerente de Proyectos de Oikonos Chile y presidenta del grupo de trabajo de aves marinas que asesora a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, SUBPESCA.
“Si bien en Chile nos hemos enfocado en la conservación de las aves playeras migratorias, nuestro compromiso es apoyar los esfuerzos del país para fortalecer las políticas públicas que no sólo benefician a las aves, sino también a sus hábitats, y asegurar la provisión de servicios ecosistémicos que tantos beneficios brindan a las personas y a las comunidades locales”, explicó Javiera Ferreyra, directora de Audubon Américas en Chile. “En consecuencia y como una de las organizaciones que han participado activamente en la elaboración de la ENCA Chile, hacemos un llamado a las autoridades para tomar acciones oportunas y para que se revise la legislación vigente. En la estrategia nacional ya se identificó la captura incidental como una de las amenazas directas a las aves marinas y esperamos que la ENCA Chile proporcione el marco de acción para evitar que se repitan este tipo de situaciones”.
Diego Luna, especialista en Política y Gobernanza de WHSRN/Manomet e integrante de este Grupo Núcleo, enfatizó que “la muerte de al menos 3.000 individuos de Fardelas en un solo evento enciende una luz de alarma que debemos atender de manera urgente desde la ENCA Chile, proponiendo normativa específica, articulando a las instituciones con competencia para fortalecer acciones preventivas y fiscalización oportuna y promoviendo buenas prácticas pesqueras”.
Por su parte, Gonzalo González, Presidente de la Unión de Ornitólogos de Chile (UNORCH – AvesChile) y también integrante del Grupo Núcleo, señaló que “una de las causas principales es la sobreposición espacial y temporal de las áreas de pesca y las áreas de alimentación de muchas especies de aves, en gran parte de la costa de nuestro país, lo que genera una alta probabilidad de interacciones entre las artes de pesca y las aves marinas, lo que a su vez aumenta la posibilidad de muerte incidental de individuos”.
De allí que tanto Verónica López como Gonzalo González coincidan en afirmar que es necesario trabajar con el sector pesquero. Por una parte, González recalca la importancia de implementar medidas técnicas y efectivas que permitan compatibilizar la pesca industrial sustentable con la existencia segura de las aves marinas. Mientras que López recuerda que también hay que considerar el aspecto social y trabajar con los pescadores que han normalizado la mortalidad de aves, lo que requiere adelantar un trabajo colaborativo de concientización para que situaciones como la muerte de miles de aves no siga siendo vista como una situación normal.