Stephen Kroninger tenía todas las intenciones de incluir cuatro carpinteros norteamericanos en su collage de recortes de papel. Sin embargo, cuando cortaba formas de un ejemplar de la revista Vogue con unas tijeras Hoffritz de 30 años de antigüedad (que nunca habían sido afiladas), aumentó el tamaño de las aves para destacar su postura y descubrió que un trío era más adecuado para su lienzo de 35x35 centímetros. "Una característica del collage es que se improvisa, se le va dando forma a medida que se avanza", comenta Kroninger, quien reside en la ciudad de Nueva York. Al menos una pieza del plan original duró hasta la versión final: el "gusano" en el pico del ave ubicada más arriba. "Cuando vi aquella larva [en la placa de John James Audubon], pensé: ‘Eso es una cadena de perlas’", recuerda Kroninger. Tomó las revistas de moda que tiene guardadas para utilizar en proyectos futuros. En una carpeta etiquetada como "Riqueza" encontró un encarte de un periódico de la década de 1980 con un anuncio que decía "Perlas de primera dama". La foto encajaba con el pico. La reinvención del carpintero norteamericano de Audubon fue un trabajo diferente de los encargos editoriales y políticos que suelen llegarle a Kroninger. La nostalgia lo llevó a elegir la especie de carpintero de mayor tamaño de América del Norte. Al haberse criado en el campo en Pensilvania, Kroninger podía oír por la ventana de su habitación a las aves golpear la corteza de los árboles con sus picos. Pensó que sería divertido reencontrarse con ellas y "viajar hacia atrás en el tiempo hasta aquella época".