Para un ave, usted encarna la esperanza. Los miembros de Audubon han sido consientes de esto desde hace 110 años, pero este moderno Audubon está aportando un torrente de energía sin precedentes para las oportunidades más importantes con el fin de proteger las aves y los lugares en los que habitan.
Un colibrí garganta rubí, que pesa menos de ocho gramos, migra a lo largo de los 800 kilómetros del Golfo de México, perdiendo la mitad de su peso corporal. Los charranes árticos recorren hasta 97.000 kilómetros por año; los padres de la grulla trompetera en peligro de extinción guiarán a sus crías 3.700 kilómetros desde sus zonas de reproducción en el centro de Canadá hasta la costa del Golfo de Texas, ida y vuelta. Cada una de estas increíbles aves es una ventana a los ecosistemas que nos hemos comprometido a preservar. Pero ninguna de estas aves puede votar, ninguna puede escribir un cheque.
Ellas confían en nosotros. Tengo la suerte de venir a trabajar todos los días con 650 empleados que están comprometidos a hacer del mundo un lugar más saludable y más durable. Estamos orgullosos de contarles a nuestros amigos y familiares lo que hacemos, y lo mismo ocurre con el millón de miembros y seguidores que aseguran que Audubon es una voz de confianza en las comunidades de toda América.
Si usted es como yo y toma decisiones al final del año sobre los regalos de caridad, piense en un ave que le guste ver o en un canto que le recuerde un lugar que ama. Y luego aproveche esa reserva de respeto y compasión que usted tiene por el mundo natural y ayúdenos a hacer aún más para proteger a las aves que significan mucho para usted. Puede hacerlo ahora mismo en línea en audubon.org/view, o puede enviar esa donación a nuestra oficina ubicada en 225 Varick St., New York, NY 10014. Si menciona esta columna y brinda un número de teléfono, lo llamaré para hablar sobre el Audubon que usted desea ayudar a crear.
A través de todo el hemisferio, las personas se ven impulsadas a actuar por su amor a las aves. Note que este año en Florida, en donde las divisiones locales de Audubon prestaron su ayuda, se recaudaron casi mil millones de dólares al año para conservación. Veo que esto sucede a lo largo de las costas de Estados Unidos, donde diez mil personas toman turnos para patrullar las playas y protegen aves como los frailecillos silbadores mientras anidan. Y el mes pasado en el estado de Washington, los miembros hicieron llamadas y golpearon puertas con el fin de conseguir apoyo para el primer impuesto sobre carbono jamás propuesto en los Estados Unidos.
Eso es precisamente lo que significa Audubon. Cada uno de nosotros tiene el poder de mejorar las cosas para las aves, y sabemos que cuando se protege a las aves, se protege al planeta. Hay tanto que usted puede hacer.
En casa, colgar un comedero para aves, reducir el uso de pesticidas, colocar etiquetas en las ventanas, o seleccionar plantas autóctonas para su balcón o jardín le brinda a las aves los lugares que necesitan para prosperar.
O involucrarse en su división local de Audubon o centro natural más cercano con el fin de adoptar medidas sobre cuestiones locales y aprender sobre oportunidades de voluntariado en su comunidad.
Alce la voz por las aves, tanto a nivel local como nacional. Las aves no pueden votar pero usted sí puede, y sus pedidos de cambio hacen la diferencia cuando se trata de decisiones de legisladores y de políticas.
A medida que nos acercamos a 2017, comprométase a hacer la diferencia.
Las aves se lo agradecerán. Y lo llamaré.