Lo que reciben los Everglades es impredecible. La afluencia de agua cambia con el clima, y el dinero para la restauración con los caprichos de los legisladores del estado. Para proteger tanto a las personas como a la vida silvestre, necesita desesperadamente de ambos. Luego de décadas de desarrollo, los Everglades se han reducido a la mitad de su tamaño original, disminuyendo su capacidad de absorber grandes cantidades de agua de lluvia y prevenir inundaciones que amenazan a las comunidades y el hábitat.
Hace dos años, los habitantes de Florida finalmente se hartaron. Más de cuatro millones de residentes —75 por ciento de los votantes— apoyaron una iniciativa de votación para modificar la constitución estatal. La Enmienda 1 destinaba un tercio de los ingresos de un impuesto inmobiliario existente a la compra y la restauración de tierra con fines de conservación, incluyendo la protección de los Everglades. Fue una victoria esperanzadora para las divisiones locales de Audubon de Florida, quienes llevaron a cabo los esfuerzos para fomentar la votación.
Sin embargo, cuando inició la sesión legislativa estatal 2015-2016, el monto de financiamiento para la conservación no tenía sentido. De acuerdo a una demanda presentada por grupos ambientales la primavera pasada, más de USD 237 millones de los USD 740 millones reservados de conformidad con la Enmienda 1 se utilizaron para pagar programas, equipamientos, infraestructura y salarios para terrenos privados existentes.
Por lo tanto, los seguidores de la Enmienda 1 buscaron una forma de garantizar dinero para los nuevos proyectos de restauración que habían sido tan fuertemente apoyados por los votantes. ¿La solución? Legado de Florida es un proyecto de ley que se presentó a fines de 2015. Asigna el 25 por ciento de los ingresos de la Enmienda 1 (o al menos USD 200 millones por año) a la restauración de los Everglades hasta el año 2035. En comisión, los legisladores agregaron mayor financiamiento con el fin de conservar los manantiales de agua dulce y el lago Apopka, el cual contiene más especies de aves y más contaminación que cualquier otro lago de Florida. En abril, el gobernador Rick Scott firmó el proyecto y lo convirtió el ley.
Este año, el dinero del Legado de Florida limpiará el agua contaminada del lago Okeechobee y tratará las escorrentías agrícolas que fluyen hacia el lago. Audubon Florida, que luchó para lograr la aprobación de esta ley, desea ver que los futuros fondos envíen esa agua directo a los Everglades. “Es urgente que llevemos agua dulce hacia el Parque Nacional de los Everglades”, dice el director ejecutivo Eric Draper. “Las aves que hemos estado trabajando para proteger necesitan dichos humedales de agua dulce”.