Dos cosas han quedado claras desde la elección de noviembre. La primera: una administración está llegando al poder con la promesa de reformular las políticas y prácticas que durante más de cuatro décadas han protegido eficazmente el aire limpio, el agua limpia y los lugares que las aves necesitan. Sin duda, la burocracia necesita una poda periódica, pero Audubon se compromete a defender los principios y lugares fundamentales. La Ley de Especies en Peligro de Extinción y la Ley de Vida Silvestre en el Ártico son solo dos ejemplos que vienen a mi mente.
Aunque estamos trabajando para limitar el daño a esas bases de conservación en los Estados Unidos, trabajaremos en colaboración con los organismos que siguen comprometidos con trabajar e invertir miles de millones de dólares en humedales, costas, bosques, praderas y espacios verdes urbanos. Esos organismos que necesitan socios sin fines de lucro que no estén asociadas a una ideología y que pueden trabajar en todo el espectro político.
La segunda cosa que ha cambiado es que la oportunidad de progreso ─y de jugar a la ofensiva─ se trasladará, evidentemente, a los estados y a las coaliciones regionales. Iniciativas estadales y otros logros eran el corazón del plan estratégico que adoptó Audubon en enero pasado, pero aún están al alcance. Hablo, particularmente, de los asuntos relacionados con el clima y la energía limpia, así como los esfuerzos conjuntos entre varios estados, tales como el proyecto para recuperar la Cuenca del Río Colorado.
Entonces, si usted tuviera que crear una organización sin fines de lucro para poder trabajar en este clima político, ¿qué atributos tendría? Considere los siguientes:
- La capacidad de atraer a millones de voces dentro de D.C., que sean un cortafuegos contra retrocesos realmente dañinos.
- Una red que es local en cualquier lado, y que cuenta con un registro de trabajo en todos los estados y todas las regiones para encontrar soluciones medioambientales sólidas.
En otras palabras, usted estaría buscando crear un Audubon moderno. Con menos de un millón de miembros y un alcance de cinco millones a través de esta revista, las redes sociales, los centros y las divisiones locales, los partidarios de Audubon abarcan todo el espectro político. Y al hablar con ellos acerca de cualquier tema, desde el cambio climático hasta la formación de una generación de líderes en conservación, no puedo distinguir entre los demócratas, los independientes o los republicanos.
En un momento en que la política estadounidense parece haber alcanzado una baja divisiva, sabemos que Audubon y los pájaros crean un terreno común. Somos constructores de comunidades, no divisores. En este momento político, construir nuestra base única de miembros, y enfocarnos en nuestra historia de buscar soluciones en lugar de puntos políticos, nos dará la fuerza para proteger las aves y los lugares que necesitan.