Cuando era niña, Ana Galvañ solía acompañar a su abuelo en caminatas por la costa sureste de España, deleitándose con el mar infinito y tranquilo y las travesuras de las aves marinas. "Tengo una fuerte conexión con el mar y todo lo relacionado con él", cuenta la ilustradora, quien vive en Murcia. Esa conexión a menudo influye en su arte, y se sintió inmediatamente atraída al retrato de John James Audubon de un Rayador Americano sobrevolando el océano. El mismo Audubon se sintió particularmente encantado por el ave, la cual se alimenta manteniendo su pico inferior sumergido mientras se desliza sin esfuerzo por la superficie. "El vuelo del Rayador Americano es quizás más elegante que el de cualquier ave acuática con la que estoy familiarizado", dijo.
Galvañ quería capturar esta fluidez, enfatizando la armonía del ave, el mar y el cielo. Descargó la pintura de Audubon en Clip Studio y trazó el cuerpo del ave como base para su propio trabajo. Luego agregó colores llamativos, formas distintivas y texturas de plantilla para contrastar la imagen estática. Finalmente, con el fin de dar calidez a la imagen, usó Photoshop para retocar las curvas y los perfiles de color de cada componente. Quería crear algo "elegante, sintético y hermoso", comenta Galvañ, una pieza que transmitiera las conexiones íntimas de la naturaleza.
Este artículo se publicó originalmente en la edición de primavera de 2020. Para recibir la revista impresa, hágase miembro hoy mismo realizando una donación.