Cuando Audubon le solicitó al ilustrador de artes combinadas Keith Negley que reinventara los colorines sietecolores de John James Audubon, el emblema del Año del Ave, él supo que lo que quería era capturar la esencia original de las aves pero con un "toque personal". El plumaje vibrante de la especie "hizo que mi trabajo fuera mucho más fácil", dice Negley, quien también se inspiró en los dibujos de Charley Harper, diseños minimalistas que siempre admiró.
A partir de algunos bocetos a mano, Negley pasó su diseño a Adobe Illustrator, donde le quitó las sombras a su especie de cianotipo e imprimió el resultado. Sobre ese diseño aplicó varias técnicas digitales, como lápices de grafito al agua, pintura, y hasta recortes de ediciones anteriores del predecesor de Audubon, Bird-Lore, de donde nació el texto sobre las ramitas. Luego escaneó el boceto y lo pasó a Photoshop, el cual utilizó para organizar los recortes y transformarlos en un collage digital. Este proceso, que Negley suele seguir en todos sus trabajos, le permite ser preciso y plasmar lo que verdaderamente desea. "Soy un controlador compulsivo, pero también me encantan la espontaneidad y los ‘accidentes’", cuenta Negley. "Trabajar así me permite obtener lo mejor de los dos mundos".