Hace cinco años, publicamos nuestro primer informe sobre cómo les iría a las aves de América del Norte durante la crisis climática (aviso: casi a la mitad de ellas no les irá para nada bien).
Desde entonces, un ataque de condiciones meteorológicas graves, años de calor récord e inundaciones diarias por el aumento del nivel del mar han confirmado nuestros hallazgos y convencido a una mayoría de estadounidenses de que es momento de actuar. La investigación del programa de Yale sobre la Comunicación del cambio climático demuestra que más del 60 por ciento de los estadounidenses dicen que el gobierno federal debería tomar más medidas para abordar el problema. En este punto, negar la necesidad de tomar medidas sobre el cambio climático es un deseo suicida para el planeta, la gente y las aves.
A fines del año pasado, un senador escribió: “El clima está cambiando y tenemos la responsabilidad de hacer algo al respecto todos en forma conjunta”. Quizás le sorprenda saber que ese senador es el representante republicano a cargo del comité legislativo que supervisa las políticas ambientales y viene del estado con mayor producción de carbón. John Barrasso (R-WY) representa un cambio en Washington D. C. y en toda la nación; cada vez vemos a más republicanos unirse a los demócratas en busca de soluciones a nivel climático. Audubon ha contribuido a acelerar ese cambio y tenemos la oportunidad de continuar dándole impulse.
Los miembros bipartidistas de Audubon me han dicho en reiteradas ocasiones durante la última década que si bien pueden no estar de acuerdo con todo lo que debate sobre el cambio climático, pueden ver sus efectos y que es necesario proteger a las aves –y eso es lo que hace Audubon. El 89 por ciento de los miembros de Audubon, de los más de 2,500 consultados, considera que la inversión en energía renovable es esencial para la salud del planeta. Asimismo, los jóvenes que vivirán con las consecuencias del cambio climático también exigen medidas y sus voces deben escucharse.
Es hora de obtener una legislación amplia e integral sobre el clima. Los Estados Unidos la merecen y cada uno de nosotros debe responsabilizar a los representantes estatales y federales.
El informe de esta edición de la revista de Audubon describe una mirada real y tenebrosa del futuro de las aves. “Sobrevivir por unos grados: 389 especies de aves en peligro de extinción” se basa en análisis anteriores pero se centra también en datos nuevos y brinda resultados más detallados. Muestra las 389 especies de aves de América del Norte; casi dos tercios de las especies estudiadas son propicias a la extinción debido al cambio climático. Así es, a la extinción. Asimismo, analizamos nueve peligros relacionados con el clima en todos los Estados Unidos (amenazas que afectarán a las personas y a las aves), incluido el riesgo cada vez mayor de incendios, olas debilitantes de calor, lluvias torreciales y el aumento del nivel del mar.
Para más información sobre cómo realizamos nuestro análisis y para conocer más sobre los resultados, pase a la siguiente historia. Lo más importante: Si tomamos medidas concretas ahora, podemos ayudar al 76 por ciento de las especies vulnerables a tener una mayor posibilidad de supervivencia.
Ya sabemos lo que hay que hacer para reducir el calentamiento global y ya tenemos muchas de las herramientas y soluciones necesarias para hacerlo; lo que necesitamos ahora es que más personas se comprometan a garantizar la implementación de las soluciones planteadas. Es crucial que hagamos dos cosas: (1) proteger los lugares que necesitan las aves ahora y en el futuro y (2) abordar las causas primordiales del cambio climático. Ambos puntos requieren liderazgo personal y político.
Los científicos describen el objetivo en cero emisiones netas de carbono antes de 2050. Eso implica detener por completo las emisiones al aire de gases que atrapan el calor y provocan un calentamiento a nivel mundial. Es un objetivo vital reconocido a nivel universal pero es increíblemente ambicioso. No lo lograremos sin innovación y creatividad y sin la transición absoluta a fuentes de energía limpia en todo el país. Esto incluye centrales de energía eólica y solar bien ubicadas, algo que a los amantes de las aves les resulta difícil aceptar. Y aunque lo entiendo, la extinción de las especies sería ciertamente mucho peor.
Se ha debatido mucho sobre los roles de las personas, las organizaciones, los gobiernos y las sociedades a la hora de posibilitar la transición a la energía limpia. Estamos aquí para ayudar. Desde las capitales estatales hasta el Capitolio de los EE. UU., Audubon es conocido por su pragmatismo y su enfoque en soluciones. Ya hemos visto el tremendo impacto del cambio climático en las aves (la Urraca Piñonera está perdiendo su hogar por las sequías y el calor, mientras que el Chingolo Colifino podría extinguirse debido al aumento del nivel del mar) y es hora de que escuchemos ese llamado.
En el último año, el activismo del personal de Audubon y otros voluntarios ayudó a garantizar ganancias de energía renovable en los estados de Washington, Arkansas, Nueva York y Carolina del Sur. Estos proyectos, ya promulgados como leyes, ayudarán a llevar energía renovable a más personas en dichos estados para cumplir con objetivos ambiciosos antes de mitad de siglo. Nueva York, por ejemplo, se ha comprometido a obtener el 70 por ciento de su electricidad de fuentes renovables para 2030 y lograr así el objetivo de cero emisiones netas para 2050. (Nuestra función será supervisar e informarles si son falsas promesas políticas o si Nueva York realmente apuesta a esto). Asimismo, una nueva ley de Carolina del Sur alienta la inversión en energía solar al brindar incentivos económicos y una compensación justa para quienes estén dispuestos como consumidores finales a apostar a la energía solar en sus propiedades.
Como miembro de Audubon, usted también cumple una función importante. Su credibilidad con sus pares, su pasión por las aves y la justicia y su compromiso para convertir al mundo en un lugar mejor le dan el poder de ayudar a crear el cambio. Revise la guía de medidas climáticas en la parte posterior de esta revista, que brinda las herramientas y la inspiración para poder contribuir de forma considerable a nivel personal, local, estatal y nacional. Una sola medida puede crear una reacción transformadora en cadena.
Mientras tanto, Audubon continuará sus esfuerzos por unir a la gente en pos de lograr mover la aguja del poder político y así combatir la contaminación de los gases de efecto invernadero. Ya estamos en marcha para que se aprueben más proyectos de energía renovable en las cámaras estatales de todo el país. Estamos colaborando con los estados para instalar y proteger defensas naturales beneficiosas para las aves como humedales con el fin de ayudar a estas comunidades a soportar los efectos del aumento del nivel del mar y de la erosión costera. Estamos realizando excavaciones en distintos puntos de la zona oeste para garantizar que haya suficiente agua potable para las aves y las personas. Y estaremos tan presentes como podamos para ayudar a los propietarios y administradores de tierras a generar un sustento para las aves. Esto incluye la creación de nuevos canales de ingresos para contener la contaminación de carbono en pastizales y bosques, una parte importante de la ecuación que nos permitirá alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Cada esfuerzo mínimo que pueda hacer para ayudarnos a lograr estos objetivos resulta de vital importancia. Me encantaría poder trabajar juntos para proteger a las aves y los espacios que necesitan.
Este artículo se publicó originalmente en la edición de otoño de 2019. Para recibir la revista impresa, hágase miembro hoy mismo realizando una donación.