Cuando la editora colaboradora Rene Ebersole comenzó a husmear el mercado negro en busca de aves cantoras en el sur de Florida, sabía que andaba detrás de algo grande. Lo mismo le ocurrió a los investigadores federales. Se necesitaron otros dos años para que la operación encubierta se revelara y para que se procesara a la primera ola de contrabandistas en virtud de la Ley del Tratado de Aves Migratorias. La noticia de portada resultante proporciona un vistazo poco frecuente a una de las formas en que se hace cumplir la ley de conservación aviar más poderosa de la nación: mediante una red de agentes de vida silvestre que trabajan encubiertos en nombre de las aves.
Otros campeones de las aves en el ejemplar de Audubon de otoño 2018 operan a la vista (incluso cuando encabezan el proyecto Lights Out [Apagar las luces], para evitar que las especies migratorias se confundan a la noche). En Toronto y en otros lugares, defensores, arquitectos e inventores se están agrupando para garantizar el paso seguro de las aves por ciudades de América del Norte, como describe Marguerite Holloway en su artículo principal. Veinticinco años luego de que comenzara el movimiento para beneficiar a las aves, está por convertirse en una práctica estándar.
Promulgar el cambio en nombre de las aves requiere paciencia y visión. Los beneficios pueden tardar años, décadas o incluso generaciones en desplegarse. Golden Eagle Audubon Society en Boise sabe esto. Cada año durante los últimos cinco años, ha dirigido un campamento que enseña a los niños que han inmigrado a Idaho desde todo el mundo acerca de su nuevo entorno. El mismo productor de video de Audubon, Mike Fernandez, se mudó a Idaho desde Perú de niño. Al igual que Fernandez, hay una gran chance de que muchos de esos niños (que aprenden acerca de las aves rapaces y participan del anillamiento de colibríes) crezcan para defender a las aves del mismo modo.
Pero así de tangibles y conseguidos con esfuerzo como son muchos triunfos, algunos se deshacen rápidamente. El otro pilar de la ley de protección de vida silvestre de nuestra nación, la Ley de Especies en Peligro de Extinción (ESA, por sus siglas en inglés), se ha convertido en el blanco de docenas de intentos de anularla. Una reciente investigación de Audubon descubrió que los períodos de comentarios públicos para medidas gubernamentales propuestas, como revisiones de ESA, están reduciéndose. Dicho período cierra el 24 de septiembre. Para preservar las protecciones de ESA, y muchas otras victorias de conservación, necesitamos no solo ser visionarios, sino actuar rápido.
Este artículo se publicó originalmente en el ejemplar de otoño de 2018 como “The Long Game”. Para recibir la revista impresa, hágase miembro hoy mismo realizando una donación.