Es difícil saber qué, exactamente, estaba pensando un juez de la Corte Suprema de la India hace cinco años cuando dictaminó un veredicto asombroso sobre el enjaulamiento de 500 aves en un mercado de Gujarat. “Es el derecho fundamental del ave”, escribió el miembro de la Justicia M.R. Shah, “vivir libremente en el cielo abierto”. ¿Fue su declaración simplemente un ademán filosófico abstracto para promover el argumento de que las crueles condiciones en las que los comerciantes de aves conservaban sus productos constituyen confinamiento ilegal? ¿O realmente tenía la intención de abrir una puerta hacia una prohibición total de mantener aves en jaulas?
Sea cual sea su intención, la creencia de que las aves tienen derecho a ser libres parece haber tomado impulso. El mes de mayo pasado, la Corte Suprema de Delhi utilizó un lenguaje similar en su veredicto, en el cual condenó al propietario de una tienda de animales que había maltratado a sus aves. Y ahora la Corte Suprema de la India aceptó una apelación en el caso original de 2011 argumentando que el derecho a la libertad de las aves sancionado por la corte se halla en conflicto con un derecho constitucional establecido de manera más firme: el “derecho a la profesión” de los seres humanos. Si la Corte Suprema toma la decisión de mantener el veredicto de Shah, podría ser posible un futuro libre de jaulas. Pero eso plantea algunas cuestiones polémicas: la noción de que las aves tienen un derecho inherente a ser libres ciertamente suena atractiva, pero en términos prácticos, la ética no es tan simple. “Si se liberan a todas las aves domésticas de la India, se produciría un desastre ecológico”, dice el biólogo de vida silvestre y fundador del Club de Aves de Gujarat, Bharat Jethva. Sin mencionar la gran cantidad de preguntas que tal decisión plantea con respecto a los derechos de los demás animales domésticos. “¿Tenemos derecho a tener caballos?” Jethva pregunta. “¿Tenemos derecho a tomar leche de vaca?”.
Antes de abordar esas preguntas, tendremos que esperar y ver el fallo de la Corte Suprema. Al mismo tiempo, de acuerdo con Jethva, de todos modos no hay necesidad de instituir una prohibición radical de jaulas. De hecho, dice, el país ya cuenta con los medios necesarios para proteger a más de medio millón de aves que se encuentran actualmente en el comercio de mascotas, a través de leyes que ya están en los libros contra la crueldad animal y la captura de especies salvajes de la India (aunque se necesita reforzar la aplicación de esta última ya que las aves atrapadas de manera ilegal representan alrededor del 80 por ciento del mercado en la India). “En última instancia, se reduce a cómo se implementan las leyes”, dice Jethva. “Ya hemos trazado la línea entre el bien y el mal”.