Audubon ha trabajado para proteger el Ártico durante décadas. Hace dos años nuestros científicos y el equipo de políticas, con base en Alaska, jugaron un papel decisivo para garantizar la protección de los más de 11 millones de acres en la Pendiente Norte de Alaska. Pero otras partes del frágil ecosistema de Alaska Septentrional continúan bajo amenaza.
El Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico, de 19,3 millones de acres, es uno de los semilleros de aves más prolíficos del planeta y brinda apoyo a millones de aves que migran a los 50 estados y a todos los continentes, lo que incluye aves costeras, como el chorlito dorado chico, y aves cantoras, como la gruya canadiense, el búho nival, el águila real y muchas más. Por desgracia, cuando el Congreso designó la mayor parte del refugio original como tierra salvaje en 1980, dejó de lado la llanura costera, una región de 1,5 millones de acres entre el océano Ártico y las altas montañas de la Cordillera de Brooks. A pesar de que la llanura costera es el corazón biológico del refugio y una zona de nidificación fundamental, la amenaza de extracción de petróleo y gas yace, desde entonces, sobre la zona. Varios proyectos de ley presentados este año en el Congreso abrirían la llanura costera a la perforación, lo que crearía una telaraña de infraestructura, eliminaría el hábitat fundamental y presentaría el riesgo de un derrame de petróleo devastador.
En enero de 2015 el presidente Obama pidió al Congreso proteger el Refugio Ártico, invocando la gran variedad de vida silvestre y las comunidades Nativas de Alaska que dependen de ella. La protección formal también garantizaría que los visitantes (tanto aves como personas) puedan ver el refugio en su sorprendente estado natural. El Refugio Ártico es un lugar realmente especial. La protección permanente de la llanura costera pondría fin a estas amenazas perpetuas, y permitiría que el refugio continúe siendo un santuario insustituible para la vida silvestre.
Apoyamos a los defensores del Ártico en la Cámara y el Senado que han presentado proyectos de ley para designar a la llanura costera del Refugio Ártico como tierra salvaje, lo que proporcionarían el nivel más alto de protección federal para las tierras públicas. La designación de tierra silvestre protegerá a estas aves, y a otra vida silvestre, del daño que causaría la explotación petrolera, la construcción de carreteras, y otras operaciones industriales.
Hace dos años, los miembros de Audubon y otros defensores de la conservación enviaron más de un millón de comentarios a sus legisladores para ayudar a proteger el hábitat fundamental del Ártico. Es hora de expresarse de nuevo y pedir a sus senadores y representantes que protejan el Refugio Nacional de Vida Silvestre en el Ártico de una vez por todas. Tome medidas aquí y ahora.