El Ártico se está calentando más o menos dos veces más rápido que cualquier otro lugar en el mundo, y se nota. Al final del invierno pasado, la cobertura máxima del hielo marino fue la más baja de la historia. Los que habitan esta vasta región, desde los peces que nadan en las aguas heladas y las robustas aves marinas que se reproducen aquí hasta las personas que han seguido las rutas de migración de los renos durante siglos, están tratando de adaptarse, con distintos niveles de éxito. Al mismo tiempo, el extenso deshielo está ofreciendo un acceso sin precedentes, abriendo la parte superior del planeta al desarrollo y el turismo. El Ártico como lo conocemos está desapareciendo.
Estás 9 sorprendentes imágenes muestran cómo el cambio climático ya está alterando el Ártico.
Extracción: Canadá (arriba)
Esta luz, que muestra cómo se quema el exceso de gas natural en la Isla Rey Christian, es un ejemplo de los ricos depósitos enterrados debajo de los extremos del norte de Canadá. Aquí se han descubierto yacimientos de petróleo y gas, en la cercana isla de Ellesmere, y en el delta del río Mackenzie, así como en alta mar, en el Mar de Beaufort; en total, se estima que estos remotos lugares contienen más de 8 mil millones de barriles de petróleo. Las condiciones más laxas y la apertura de nuevas rutas de navegación, a medida que se reduce el hielo marino, hace que las empresas planifiquen aprovechar estos recursos —así como los vastos depósitos de níquel, hierro y diamantes de la región— a un nivel que nunca antes había sido posible.
Innovación: Islandia
Usted está viendo dióxido de carbono que se ha convertido en piedra. La energía geotérmica proporciona casi el 70% de la energía de Islandia, pero utilizar el calor volcánico para hacer girar turbinas también perfora los pozos subterráneos de CO2. Para evitar que el gas de efecto invernadero se escape a la atmósfera, desde el 2012 los científicos del proyecto CarbFix han estado capturándolo en la planta de energía geotérmica de Hellisheidi, para luego inyectarlo de manera profunda en formaciones de basalto, donde reacciona con el calcio para formar calcita, un mineral sólido. En tan solo un año, hasta el 85% de CO2 inyectado se mineraliza y se guarda para siempre.
Turismo: Finlandia
“Para ser verdaderamente libre, todo lo que necesita es naturaleza virgen y un toque de locura en su sangre”. Así lo proclama VisitFinland.com en su esfuerzo por persuadir a los visitantes de tomar un baño en las heladas aguas del Golfo de Botnia (con un traje aislante e impermeable, por supuesto). El turismo está en auge aquí, sobre todo en Laponia, una región del Ártico conocida por sus pistas de esquí, sus trineos tirados por perros y su vasta naturaleza. Los funcionarios de la industria cuentan con que más y más viajeros se sientan atraídos por la región, dado que el aumento de las temperaturas hace al extremo norte más hospitalario. Pero a medida que aumentan las embarcaciones, que se derrite el permafrost, y que las tormentas se vuelven más severas, la noción de que el Ártico está “sin tocar” puede llegar a ser difícil de vender.
Colapso: Estados Unidos
Hace treinta años, un bloque de permafrost desprendido de la costa Ártica de Alaska, como el que se ve aquí, podría haber sorprendido a los espectadores. Pero el suelo permanentemente helado se ha estado derritiendo a un ritmo sin precedentes en las últimas tres décadas, y los derrumbes de trozos de tierra son cada vez más comunes. No hay señales de que este fenómeno vaya a desacelerar y un nuevo modelo proyecta que, si las emisiones de CO2 a nivel mundial continúan a las tasas actuales, más de la mitad del permafrost en la Pendiente Norte de Alaska se derretirá para el año 2100. Esto es motivo de preocupación en todo el mundo, ya que los objetos congelados liberan dióxido de carbono y metano cuando se derriten. Hacer frente a las consecuencias de la liberación de gases de efecto invernadero del permafrost podría costarle al mundo $43 billones para el año 2200, de acuerdo con un modelo.
Adaptación: Rusia
Desde hace más de mil años, los Nenets han arreado a sus renos a lo largo de la península de Yamal. Recientemente han comenzado a llevar teléfonos celulares en sus antiguas migraciones estacionales, pero hay mayores cambios: El paisaje helado del que han dependido durante mucho tiempo se está desplazando bajo sus pies. El derretimiento del permafrost los está obligando a encontrar nuevos caminos a través de la tundra húmeda, drenando los lagos de los que se alimentan, y liberando nuevas áreas para la exploración de petróleo y gas. En el lenguaje de los Nenets, Yamal significa “el fin del mundo”. Sin duda va a ser diferente.
Hábitat: Suecia
Las perdices nivales, como este macho envuelto en plumaje de invierno, habitan el Ártico durante todo el año. Estas aves, que se asemejan a los pollos, mantienen en gran parte una dieta vegetariana de brotes, hojas y semillas. Es por esto que el crecimiento de los sauces y otros arbustos en la tundra, impulsado por el cambio climático, probablemente beneficie a las perdices, al menos en invierno, cuando los brotes de las plantas más grandes se asoman por encima de la nieve. Sin embargo, durante la temporada de apareamiento, las aves dependen de un suelo relativamente árido y rocoso para anidar. A medida que los arbustos continúan expandiéndose hacia el norte, las perdices, y otras aves que dependen de áreas abiertas, se encontrarán compitiendo por áreas de hábitat adecuado cada vez más reducidas.
Depredación: Noruega
La gaviota tridáctila es una gaviota que realmente merece el nombre de “gaviota” (“gaviota marina” por su nombre en Inglés Seagull), ya que pasa el invierno lejos de la costa. Las aves, como las 11.000 parejas que anidan en Svalbard, vienen a tierra solamente para reproducirse (donde se enfrentan a la depredación de los zorros polares, como el cachorro que se ve aquí). Mientras que muchas gaviotas de mayor tamaño prosperan mediante el consumo de nuestros residuos, en el polo las gaviotas tridáctilas están disminuyendo, al igual que otras verdaderas aves marinas. La clave puede estar en el mar de Barents, donde las aguas cálidas han atraído crías de arenques que se alimentan de las larvas de capelán, la presa preferida de las gaviotas tridáctilas. El declive de las aves puede ser una señal temprana de las mayores pérdidas futuras, a medida que se transforman las cadenas tróficas en los mares que sufren el calentamiento.
Protección: Canadá
Cientos de belugas nadan en un cauce del río fuera de la isla Somerset, en los Territorios del Noroeste. Esta ensenada, en donde las ballenas casi amenazadas de 13 pies de largo se reproducen y cuidan a sus crías, podría obtener nuevas medidas de protección si se aprueba una propuesta para ampliar un área marina protegida cercana. Los países líderes están uniendo fuerzas a través del Consejo Ártico, un foro intergubernamental, para identificar y proteger áreas de importancia para la diversidad marina en toda la región durante los próximos años. Con los cambios en la cadena trófica y un mayor desarrollo en el horizonte, los animales marinos en el Ártico necesitan toda la ayuda que puedan conseguir.
Calentamiento: Groenlandia
Groenlandia es el hogar de una de las dos capas de hielo del mundo, definida como una masa de tierra glacial congelada que cubre más de 20.000 millas cuadradas (Antártida tiene la otra, la más grande). Encerrada en sus 656.000 millas cuadradas de hielo, un área de casi 2,5 veces el tamaño de Texas, hay agua suficiente para elevar los niveles globales del mar 20 pies. La capa, de más de 10.000 pies de espesor en su punto más grueso, se está derritiendo más rápido que nunca, liberando agua dulce hacia el océano y exponiendo cada vez más la tundra subyacente, que se ve aquí en primer plano. Este verano, los científicos empezaron a tomar datos que podrán ayudar a que se tomen las primeras mediciones integrales del ritmo de derretimiento. Sus hallazgos pueden ayudar a generar predicciones más precisas del crecimiento del nivel del mar durante este siglo, proporcionando información muy valiosa que las comunidades costeras de todo el mundo necesitan para prepararse para la próxima inundación.