En la primavera de 2013, la nota de portada de nuestro número especial "Why Birds Matter" (Por qué nos importan las aves) era un informe urgente que analizaba por qué el gorrión chapulín de Florida estaba condenado a sufrir la primera extinción aviar de América del Norte desde que falleció el último gorrión costero oscuro un cuarto de siglo antes. Ese llamado de atención hizo que la fotografía de Joel Sartore fuese mucho más poderosa. En aquel entonces él llevaba siete años en su Proyecto de Arca Fotográfico en curso, objetivo que expresó con fluidez en un comentario que le hizo a Williams mientras perseguían al gorrión: "Quizás si logro que la gente se enamore de los animales como el gorrión chapulín de Florida, podemos salvar a algunos", dijo. En realidad, la historia tuvo un impacto cuantificable: financiamiento del Servicios de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. (USFWS, por sus siglas en inglés) para el trabajo de recuperación, que había sido insignificante, se incrementó a más de un millón de dólares durante los siguientes cuatro años. "El salto en el financiamiento en sentido amplio tuvo lugar gracias a la nota de Audubon", sostiene la bióloga de recuperación del USFWS Sandra Sneckenberger.
El dinero se pagó por algunas intervenciones creativas y tenaces en nombre del gorrión y por la investigación que reveló mucho (aunque todavía no lo suficiente) sobre qué podría ocurrir por su disminución. También proveyó fondos para la creación de un esfuerzo de reproducción en cautiverio como reservorio contra la extinción. A fines de la primavera pasada, llegó un golpe de gancho de malas noticias que me persuadió de que ya era hora de hacer otro llamado de atención. Primero, Sneckenberger y sus colegas se enteraron de que el financiamiento se estaba agotando. Luego, el primer conteo de gorriones de la temporada reveló que todavía estaban disminuyendo a gran velocidad. Viajé a Florida para informar sobre la urgencia en reunir suficientes gorriones salvajes para darle al programa de reproducción en cautiverio la mayor oportunidad de éxito posible. Lo que descubrí me convenció de que mientras las perspectivas del gorrión chapulín de Florida eran nefastas, en tanto el programa pueda seguir adelante, no se pierden las esperanzas.
Para la portada de 2013 usamos la toma clásica de Sartore de un hermoso gorrión chapulín que "sostiene" el fotógrafo para rescatarlo. Esta vez, el fotógrafo Mac Stone llegó al centro de reproducción en cautiverio justo a tiempo para tomar la imagen de portada de esta edición de una de las primeras crías incubadas artificialmente en el momento en el que fue puesto para lograr una eclosión exitosa. Pero también se estaba desperdiciando debido a una misteriosa incapacidad para procesar los nutrientes. Poco después de la toma, hubo que sacrificar al polluelo para terminar su sufrimiento. No es una imagen fácil de ver, pero espero que no los haga ignorar el problema y mirar hacia el otro lado.