Guía de Aves

Es el ave más famosa del suroeste, protagonista del folclore y las caricaturas, conocida por su cola larga y su cresta expresiva. El correcaminos camina y corre en el suelo; solo vuela cuando es necesario. Puede correr a una velocidad de 24 km por hora, y probablemente a mayor velocidad cuando persigue lagartijas o presas veloces. Su destreza para luchar contra las serpientes de cascabel se han exagerado mucho, pero se alimenta de una gran variedad de criaturas más pequeñas.

En ocasiones es frecuente, pero suele ser difícil de observar. Durante el verano, el cuclillo piquigualdo habita en arboledas y matorrales frondosos. Sus graznidos trastabillados se escuchan a grandes distancias durante las tardes cálidas y húmedas. Con frecuencia se lo conoce como el "cuervo de la lluvia", porque pareciera reclamar que llueva.

Esta es el ave más famosa de Europa, cuyo canto (cú-cú) imitan los relojes de cuco y designa a toda la familia de cucúlidos. Es muy famoso por ser un parásito de puesta: las hembras ponen los huevos en los nidos de aves más pequeñas y estas aves solo cuidan crías de cucos. Es un ave migratoria frecuente a lo largo de gran parte de Europa y Asia, que habitualmente se desplaza hacia las islas del oeste de Alaska a finales de la primavera y a principios del verano.

Esta esbelta ave de cola larga se desliza de manera furtiva entre matorrales frondosos: es más fácil escucharlo que verlo. Es más escurridizo que el cuclillo piquigualdo y, por lo general, se lo puede ver con menos frecuencia durante la migración, a pesar de que el cuclillo piquinegro es un ave de nidificación más frecuente hacia el norte.

En Florida, es posible que los aficionados a las aves que busquen al cuclillo de manglar deban soportar calor, humedad, mosquitos y largas horas de búsqueda. Esta ave es un tímido residente de los pantanos de manglares frondosos que habita en marañas impenetrables, donde solo sus sonidos guturales delatan su presencia.

Estos cucúlidos desgarbados son sociables en todas las estaciones y se alimentan en bandadas en las pasturas del sur de Texas. Para descansar, se sientan encorvados uno junto al otro en la misma rama. En ocasiones, los miembros de la bandada posan al sol con las alas extendidas, como si se estuvieran secando.

John James Audubon y otros naturalistas no pudieron encontrar al garrapatero aní en Florida, pero nidificaba en esa zona con frecuencia durante la década de 1930 y su presencia se mantuvo durante varias décadas. Recientemente, su presencia ha disminuido de manera notable y puede llegar a desaparecer de Florida.