A simple vista

Pariente tropical del cuitlacoche rojizo, esta especie ingresa a nuestra área solo en el sur de Texas. Allí, es un residente común permanente de las zonas forestales y los matorrales nativos, busca alimento en el suelo debajo de una cubierta densa, con frecuencia, cantando desde un lugar oculto dentro de la maleza. Cuando los cuitlacoches rojizos se trasladan al sur de Texas en invierno, las dos especies de cuitlacoches mantienen sus territorios de invernada separados.
Categoría
Mockingbirds and Thrashers, Perching Birds
IUCN Status
Least Concern
Hábitat
Forests and Woodlands, Shrublands, Savannas, and Thickets
Región
Texas
Comportamiento
Flitter, Running
Población
280.000

Rango e identificación

Mapa de migración y distribución

En su mayoría es un residente permanente. Los ejemplares extraviados han deambulado del norte hacia el oeste de Texas y hasta Colorado.

Descripción

Tamaño
About the size of a Crow, About the size of a Robin
Color
Black, Brown, Gray, Orange, Red, White
Forma de alas
Broad
Forma de cola
Long, Rounded, Wedge-shaped

Cantos y llamadas

Patrón de canto
Falling, Rising, Undulating
Tipo de canto
Buzz, Chirp/Chip, Trill, Whistle

Hábitat

Matorrales en zonas forestales, mezquites. En Texas, se encuentra en los matorrales cubiertos con maleza de zonas forestales nativas de almecinas, acacias, ébanos y otros árboles, en especial cerca de agua y en matorrales densos de mezquites y otros arbustos espinosos. En México, vive en varias clases de zonas forestales y áreas semiabiertas.

Comportamiento

Huevos

3 o 4, a veces entre 2 y 5. De color azul celeste a blanco azulado, finamente salpicado de puntos de color café rojizo. La incubación la realizan ambos padres y dura alrededor de 13 o 14 días.

Cría

Ambos padres alimentan a las crías. Las crías abandonan el nido entre 12 y 14 días después de la eclosión. Probablemente, 2 nidadas por año.

Comportamiento alimentario

Forrajea mucho en tierra, utilizando su pico largo para revolver y hurgar entre las hojas muertas y caídas en busca de insectos; también usará su pico para cavar en el suelo hasta a una pulgada de la superficie. Se posa en arbustos y árboles para comer bayas.

Dieta

Principalmente insectos y bayas. Su dieta no se conoce en detalle, pero es probable que sea similar a la del cuitlacoche rojizo. Conocido por alimentarse de numerosos insectos, incluidos escarabajos, hormigas, chinches, polillas, saltamontes, hormigas león y otros; también de arañas y ciempiés y, probablemente, de vertebrados pequeños como ranas y lagartijas. También come muchas bayas y frutos silvestres y, probablemente, algunas semillas.

Nidificación

Las parejas pueden permanecer juntas en todas las estaciones, al menos en algunos casos. Nido: Lo construye en plantas densas y, a menudo, en plantas espinosas como mezquites cubiertos de arbustos, acacias, chumberas o yucas, normalmente a una altura de entre 1 y 3 metros del suelo. Generalmente la ubicación tiene buena sombra gracias a los matorrales de los bosques, y el sitio suele ser impenetrable. Los nidos (probablemente construidos por ambos sexos) tienen forma de cuenco abierto, son voluminosos y flexibles, y se encuentran formados por palitos, ramas pequeñas, malezas, hojas, césped y otros materiales. Están revestidos con materiales más delicados como raíces pequeñas y césped fino.

Vulnerabilidad

Estado de conservación

Sin duda, disminuyó en el sur de Texas con talas iniciales de matorrales y bosques ribereños con fines de agricultura. Todavía es común en los hábitats restantes.

Mapa climático

Los científicos de Audubon han utilizado 140 millones de observaciones de aves y modelos climáticos sofisticados para proyectar cómo el cambio climático afectará la zona de distribución de esta ave en el futuro. Obtenga aún más información en nuestro proyecto Sobrevivir Por Unos Grados.

Amenazas climáticas que enfrenta el Cuicacoche Pico Largo

Elija un escenario de temperatura a continuación para ver qué amenazas afectarán a esta especie de ave a medida que aumente el calentamiento global. Las mismas amenazas impulsadas por el cambio climático que ponen en riesgo a las aves afectarán también a otras especies de vida silvestre y a las personas.